El proceso de plantación es muy sencillo. Procura enterrar bien cada semilla (cúbrela bien con todo el sustrato posible) y poner el recipiente en una zona donde le dé bien el sol por el día. La luz natural es imprescindible para que cada planta crezca fuerte y sana. Así que procura que tu terraza tenga buena luminosidad. De esta manera te asegurarás de que el proceso de crecimiento sea el más adecuado.

 La paciencia es una virtud. En función del clima o de la estación del año, las plantas pueden tardar más o menos en crecer. Así que ármate de paciencia y mima tu huerto día a día. Llegarán los resultados y sin duda te habrá encantado iniciarte en esta aventura.

La mejor hora para regar tu huerto es al amanecer ya que nuestras plantas estarán con su actividad metabólica a pleno rendimiento. Evita las horas del mediodía ya que puede provocar que se quemen raíces y hojas. Por las noches las plantas son como nosotres, que intentamos descansar y recuperar energías; por lo que no es un horario óptimo para su riego. Finalmente, consulta con tu florista local la frecuencia de riego ya que así evitarás que las plantas se pudran o sequen.